Autora
Eliana Uribe Torres
Estudiante de Diseño Gráfico
“el 64,4%
de La población
tiene temor
de los efectos secundarios
de la vacuna”.
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En Colombia el señalamiento por decidir no vacunarse incide en el rechazo de la población hacia la vacunación contra covid-19. Según el DANE en Junio del 2021 del 11,6% de la población que afirma no vacunarse gran parte ha sido señalada o presionada por sus familiares, amigos, vecinos y allegados, sin embargo el 18,5% de ellos solo tenía dudas con relación a la efectividad de la vacuna, el 64,4% tenía temor de los efectos secundarios, el 1,8% no cree que el coronavirus sea peligroso para su salud y el 1,3% afirma estar en contra, porque cree que se va utilizar para manipularlo.




Esta es una situación rodeada de desinformación y dudas, pero más importante aún de imposición de opiniones, donde el dilema ético se presenta a la hora de valorar y hacer coincidir intereses comunes e individuales, entorno a las consecuencias e implicaciones colectivas que genera las decisiones individuales. Por un lado, tenemos a personas que habitualmente aceptan las vacunas por la incertidumbre que genera la situación y todo el debate en torno a ellas y por el otro tenemos personas que deciden no vacunarse porque tienen dudas sobre el fármaco o sus familiares influyen y les dicen que no lo hagan, como es el caso del 10% de la población entre los 50 y 59 años, que afirma no vacunarse; aunque en todos los casos no es habitual estas posturas, si es importante destacar esta situación, porque a grandes rasgos puede terminar afectando no solo la salud social,sino también la convivencia y las relaciones entre ciudadanos, sobre todo en un país propenso a la contradicción y el desacuerdo.




Por lo cual es evidente que es necesario implementar una estrategia donde las personas evalúen los factores que inciden en su decisión frente a la vacunación y así mismo tener en cuenta que su elección puede tener impactos negativos muy fuertes en términos de acción colectiva, por eso es importante que aclaren sus dudas y se centralicen en una toma de decisiones propia, sin prejuicios y beneficiosa. Por lo tanto, se implementará una serie de dinámicas o tácticas, donde se fomente la evaluación personal de opiniones y decisiones, y la búsqueda de información pertinente y confiable, además de promover estrategias de conversación como el diálogo y un intercambio sano de opiniones entorno a la vacunación, para de esta forma evitar la polarización de opiniones y llegar a un consenso colectivo.