Autora
Valentina Monroy Pacheco
Estudiante de Diseño Gráfico
“La pandemia a
originado crisis sanitaria,
social y económica,
alterando la capacidad
en sistemas de
salud y creando
miedo a las personas
al no tener acceso
a una atención
médica correcta”.
Mira la explicación
completa aquí
A finales del 2019, inicio la pandemia de coronavirus SARS-COV-2, un acontecimiento que ha costado la vida de personas a nivel mundial y hasta hoy un índice de 4,3 millones de muertes. La pandemia ha originado crisis sanitaria, social y económica, alterando la capacidad en sistemas de salud y creando miedo a las personas al no tener acceso a una atención médica correcta.
La infección por el COVID-19 propuso un desafío a las autoridades sanitarias, de crear estrategias para conseguir la inmunidad colectiva de la enfermedad, acabar con el virus y con su transmisión global. El miedo de contraer la enfermedad y tener complicaciones, la esperanza es lo único que las personas logran tener para disponer de vacunas efectivas para toda la población. El 12 de febrero de 2021 se dispuso de 66 vacunas en fase clínica, las cuales la gran mayoría tienen en común una respuesta inmunológica del coronavirus.




Según la Organización Mundial de la salud el mundo se enfrentaba a un fracaso moral, debido a las políticas desiguales de vacunación por COVID 19 y a que las desigualdades para acceder a estas son más grotescas (OMS, France24,2021)
En el 2021 la inequidad de las vacunas ha logrado ventaja por parte de los gobiernos tomando acciones individuales con estrategias de pago a compañías para aseguración de las dosis, impidiendo tener la oportunidad de financiación de los países más pobres, más de las dosis producidas las obtuvo países de renta alta que suponen el 14% de la población mundial (So y Woo , 2020;
Bollyki y Bowm, 2020)
Si observamos Estados Unidos cómo desacelero los contagios vacunando rápido, por esto es uno de los primeros 10 países del mundo con el 75% de las vacunas, que lo hizo regresar a la normalidad antes de terminar el 2021, se puede visualizar el nivel de vacunas acumuladas siendo un instrumento de negociación.




La mayoría de países de América latina son de renta baja y media, algunos de ellos siendo vinculados al COVAX (Fondo de acceso global para vacunas del COVID 19) como el salvador, Bolivia, Honduras, Nicaragua Haití entre otros por lo que tendrán que adquirir un número de dosis proporcional, han recibido la minoría de dosis, no se garantiza equidad si la gran cantidad de sistemas de salud de los países no tienen la preparación para la distribución y la vacunación de la población. En Latinoamérica representan las 27% fatalidades con tasas de mortalidad más altas. Se puede concluir que los países que producen vacunas o que tienen un poder adquisitivo mayor para comprar dosis son las que las recibirán. Las vacunas no solo protegen a quienes la reciben sino a quienes los rodean, es así que los países en desarrollo obtienen más de las vacunas esperadas las cuales quedan sin un debido uso por falta de creencia, por esto queda un sobrante de dosis, los gobiernos hacen una restricción de exportación impidiendo el acceso a países que la necesitan.