Autora
María José Mancera Perilla
Estudiante de Diseño Gráfico
“La viralización
de estas piezas
des informativas
ponen en riesgo
la seguridad de
las personas y
su criterio
con respecto al coronavirus".
Mira la explicación
completa aquí
La desinformación es una narrativa creada con el fin de distorsionar la realidad, un virus de amenaza inminente que ataca la credibilidad, confianza y opinión pública, otra pandemia que actualmente ha evolucionado y evitado parte del cambio al que se quiere llegar frente al contexto de emergencia sanitaria que hemos vivido por más de un año y contando, el tema de la vacunación es el que se ven más afectadas por este virus, sumergido en un constante debate basado en argumentos incorrectos y fantasías, un virus transmisible de voz a voz y en plataformas online. Este virus se manifiesta en forma de caballo se troya, con todos los detalles para aparentar ser una información verídica y confirmada, pruebas, estudios y hasta entrevistas falsas, actúan como una hipnosis donde atrapan la atención de las personas vulnerables y constantemente expuestas a las toneladas de información sostenida en Internet, haciéndolas caer en la mentira y usándolas como transporte. La UNESCO afirma que "la viralización de estas piezas desinformativas ponen en riesgo la seguridad de las personas y su criterio con respecto al coronavirus".




Nos encontramos en un período de transformación, donde lo único que puede
contribuir a un cambio significativo en la pandemia del COVID19 es la vacuna, a
pesar de no ser la cura, actúa como un tren de información que ingresa a nuestro organismo y nos prepara a recibir el virus, amortigua el golpe del contagio y evita que nuestros síntomas sean fuertes y perjudiciales en alto nivel para nuestra vida, su objetivo es llegar a la inmunidad de rebaño, una gran parte de población vacunada supone una menor transmisión del virus y reacciones leves al mismo, menos pérdidas humanas. Los tiempos de crisis hacen a las personas aún más vulnerables a la desinformación, un estado de miedo que los lleva a la paranoia y desconfianza, a creer información errónea y a distribuirla, Facebook, una de las redes sociales más grandes y más usadas actualmente tanto por niños y jóvenes como por adultos, es el epicentro de fake news, varios análisis han demostrado que una parte significativa de las interacciones se dan con mensajes desinformativos y antivacunas, estas publicaciones despiertan en la gente un actuar incoherente como se vio en comienzos de pandemia cuando realizaban compras desproporcionales a sus necesidades por el pánico generado frente a la cuarentena.




Las vacunas NO son una amenaza, NO son una táctica de control político, son parte del cambio y solución, un compuesto de sustancias con virus o bacterias atenuados (muertos), componentes químicos o biológicos que se administran en nuestro organismo para estimular la producción de defensas y anticuerpos, presentar protección o inmunidad contra el virus.
Este proyecto pretende mitigar la propagación de las fake news e invitar a la
población específicamente usuarios adultos de la plataforma de Facebook a
corroborar lo que difunden, formar un criterio de selección en ellos al momento de elegir lo que se va a compartir y de qué fuentes sale dicha información.